Siempre estáis hablando de “Eso” y de las cosas que vais a hacer con “Eso”.
Siempre estáis intentando impresionar al resto con “Eso” y competir entre vosotros con “Eso”.
Nunca estáis satisfechos con la cantidad de “Eso” que tenéis.
Ustedes, hombres, encuentran que “Eso” es una gran parte de su identidad.

Solo sé que siempre ha estado ahí
en cada roce
y en cada mirada,
en cada comentario,
en cada respiración.

"Eso" es algo que producís sin control y a veces podéis llegar a producir grandes cantidades de "Eso".
“Eso” es algo que nunca podrás entender completamente, pero estáis de acuerdo con eso.
“Eso” siempre está cambiando y es difícil mantenerse al día.
"Eso" es algo que a veces es deseable y a veces no.

Yo sospecho que puede que me hayan enseñado
a que lo note
en cada mirada
y en cada comentario,
en cada respiración.

Y no sé si quiero dejar de sentirlo
en cada roce
y en cada mirada,
en cada comentario,
en cada respiración.

Del diálogo anterior, podemos ver que “Eso” es algo de gran importancia para el hombre.
Es algo en lo que piensa mucho y está muy presente en su vida.
Le apasiona y le encanta pasar tiempo pensando en ello.
Haría cualquier cosa por “Eso” y es lo más importante en su vida.